Tengo algo muy importante que comunicar, pero, no quería comunicarlo a través de una pura y simple comunicación institucional de nuestro CIDEC Argentina.
Lo que tengo que contarles, y a varios confirmarles, me provoca una alegría tal que no podría expresarla firmando al pie de un medido comunicado de prensa.
En este caso, la alegría se mezcla con la emoción, porque la persona que llega a la cúspide de su carrera viene transitando conmigo hace muchos años (muchas décadas) el camino de la profesión que ambos elegimos por vocación y que hoy se ha convertido en una pasión.
Estoy feliz, y a la vez emocionado, porque María Laura Arnejo llega al más alto nivel protocolar de la República Argentina luego de una larga y prestigiosa carrera profesional. Se inició en 1990 en el CIDEC, entidad en la que cursó estudios y en la que llegó a estar a cargo de la Dirección General del Centro de Estudios, función que desempeña hasta la actualidad. Asimismo, prestó funciones en el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se desempeñó como Jefa de Despacho de las Direcciones Generales de Ceremonial y Planeamiento Ejecutivo y de Relaciones Internacionales, Consulares y Cooperación. Más tarde pasó al H. Senado de la Nación, donde tuvo a su cargo la Coordinación de la Dirección General de Ceremonial.
María Laura comparte conmigo la pasión por la docencia y por la transmisión de conocimientos, y por eso, no puedo dejar de expresar también mi felicidad porque a tal alta función ha llegado una profesional reconocida nacional e internacionalmente, y que, en virtud de ello, ha sido invitada a dictar numerosas cátedras, cursos, seminarios y capacitaciones, tanto en el CIDEC, como en centros de estudios, universidades y gobiernos de nuestro país y del extranjero.
También, ha sido ponente en congresos nacionales e internacionales de su especialidad, ya que se la reconoce como una de mayores referentes de la Inclusión de Personas con Discapacidad en eventos, reuniones y entidades públicas.
Gracias a su dedicación, desde siempre, a la inclusión de personas con discapacidad y su decidida defensa de la paz y la interrelación armónica de los pueblos, fue distinguida, ya en 2005 y con sólo 30 años de edad, como una de las “Mujeres de la Década”, y más tarde, como Embajadora para la Paz.
Muchos han sido sus estudios, como es profunda su especialización y vasta y prestigiosa su trayectoria profesional, pero, si tengo que destacar algo que, para mí, es mucho más importante que cualquier florido currículum académico o profesional, es que María Laura Arnejo es una mujer llena de valores, una mujer que ama a su país, buena amiga, buena madre, buena hija y buena hermana.
En fin, hoy, en una de las más altas posiciones protocolares de la República Argentina se encuentra una persona como María Laura Arnejo, que ha hecho de la ética y del respeto por el prójimo, una forma de vida y un objetivo innegociable.
Feliz y emocionado le deseo lo mejor a María Laura, en la seguridad (porque la conozco muy bien) de que va a honrar la alta función que ha recibido. Va a dar lo mejor de sí y va a hacer valer cada minuto de su desempeño funcional.
Cada vez que he hablado o escrito acerca de María Laura Arnejo he puesto de hashtag “#orgulloCIDEC”.
Desde muy joven, María Laura ha sido el orgullo de CIDEC, y es y será siempre, el orgullo de este CIDEC que la vio comenzar y que la ve hoy en su más alto nivel profesional.
Que Dios te bendiga María Laura, y que tu madre, que te guía desde la próxima dimensión, te siga acompañando en cada uno de tus pasos.
Prof. Aníbal Gotelli
Presidente CIDEC Argentina
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